24.12.09

González Blues

Se abre el telón y aparece una rubia triste fumando en un bar de carretera.

Así podrían empezar todas las películas de Quique González si en lugar de canciones, hiciese films. En todos sus discos siempre hay una cortina de humo, que enturbia la vista y disimula la letra para no parecer muy cursi. Un ambiente americano aunque cante en castellano, y una mujer, o la ausencia de ella.
Pero volvamos a la rubia. Está sentada sóla en una mesa pegajosa, pero bebe con moderación. No es fácil, a pesar de ser rubia, estar guapa en un ambiente como ése.
En otra secuencia está Quique González sólo, que piensa en la rubia mientras fuma y/o escribe en un cuaderno roto con las hojas amarillas.

Y hasta ahí llegará la valentía de QG, en escribir todo lo que no ha podido decir antes, hará una canción larguísima para parar el tiempo justo antes de que se fuera la rubia, pero será tarde. O en el peor de los casos, hará tres canciones para olvidarse de que la rubia alguna vez entró en su casa.

Y todo ese mundo vuelve a aparecer en Daiquiri Blues, el último disco del madrileño, que aspira cada vez más a ser el hijo putativo de Bob Dylan y L. E. Aute. Un disco que vuelve a los lugares comunes con muy buena compañía, y un pelín más valiente que de costumbre. Y es que, un obseso que memoriza hoteles, bares o calles de Madrid, tiene que tener un buen motivo, o mentir muy bien. Y por la salud del autor, espero que sea lo segundo.

11.12.09

Y todo lo demás tambien

Los estudios de opinión velan por tu segurdad para que tu nombre, tu DNI o tu fecha de nacimiento jamás circule sin tu consentimiento. A cambio das información de tus aficiones, intereses, preferencias, ideología política. Datos, que a priori no te identifican, pero te describen. Con todo ello, se formará un perfil completo, donde tu intimidad se dividirá en porcentajes y tablas de compatibilidad.

No nos interesa saber quién eres sino cómo eres

Nunca verán tu cara, pero sabrán a qué hora coges el metro, qué compras o cómo te vistes. Guardan tu nombre pero se quedarán todo lo demás. Pero a quién le importa tu nombre, cuando todo lo demás es precisamente todo lo que eres.